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Costumbres cordobesas desaparecidas
De Cordobapedia
Costumbres cordobesas desaparecidas
Recuerdos Cordobeses [1]
Cuando se acercan las fechas de la Feria de Mayo vienen a mi mente recuerdos de mi ninez, que aún no he olvidado y con toda naturalidad, y gracias a mi buena memoria, traigo para Cordoba en Mayo, se trata de una vieja costumbre que por desgracia, como otras tantas, ya desaparecidas y que consistia en acudir a la puerta de la plaza de toros los dias de corridas, “PARA VER SALIR A LA GENTE DE LOS TOROS”, asi de sencillo, y asi de economico, pero que no dejaba de tener su encanto.
La mayoria de personas que acudian a este “espectaculo gratuito” eran mujeres y ninos, asi como aquellos aficionados, que por falta de localidad o de medios economicos, no entraron y seguian el curso del festejo desde la calle.
Todo lo bonita que era la Plaza de Toros de los Tejares, tambien lo tenia de incomoda, sobre todo, en las localidades sin numerar de sol y este detalle le restaba asistencia femenina, por aquello de que la esposa, hermana o novia sufriera un "rozon" -muchas veces sin mala fe- pero que podia originarle un disgusto al acompanante.
El público acudia a la plaza, por todos sitios, siendo los de mas afluencia; las calles Gondomar, Moreria, Gongora, Conde de Robledo, Avenida de Canalejas y de la parte del paseo de la Victoria, asi como del último tramo del Gran Capitan, de la estacion de autobuses, muy cerca de la plaza de toros, no paraban de llegar "CATALANAS" -asi les llamaban a los autobuses de linea- cargadas de provincianos que viajaban, hasta encima de los coches sentados en unos bancos de madera, y todos llevaban un solo destino... ¡A LA PLAZA DE TOROS!
Se veian muchos sombreros cordobeses en los hombres, y en las mujeres las clasicas mantillas blancas, y bordados mantones de Manila, la gente abarrotaba los bares cercanos a la plaza, tales como Bar del Hotel y Espana y Francia, los Casinos Mercantil y Labradores, y por su proximidad a la plaza, la pasteleria y Cafe Chastang, que ponian buen cafe -con estuche de azúcar de cinco terrones- y que siempre estaba de “bote en bote”.
Junto a la taquilla de sol, habia una tienda grande de maquinarias agricolas, y casi junto, una fonda denominada “La Oriental”, que en el sotano habia un bar al que se bajaba por una escalera exterior dandole al edificio cierto aire de Londres, y desde su azotea siempre habia espectadores gratuitos, que veian media plaza de toros; a mi de nino me gustaba andar por la puerta de la plaza los dias de toros, y hasta he mirado por la rendija de la puerta grande, por su veia “algo” de la corrida.
Los toreros solian hospedarse en el hotel Regina -muy cerca de la plaza- y junto a la taquilla de sombra habia un hotel, aunque en el Gran Capitan existian varios hoteles, siendo los mas importantes “Simon” y “Hotel de Espana y Francia”; los viejos aficionados me contaban que los “encierros” se hacian de madrugada y detras del cabestro con el cencerro iban los toros que entraban a pie, instalandose unos callejones con esteras para ello.
Cuando todo el contorno de la plaza tomaba su gran dimension era la salida y conforme se iba acercando la hora de terminar el espectaculo, las madres con sus hijos iban acudiendo y se situaban encima del acerado, frente a la plaza, y nosotros los chiquillos nos sentabamos en los bordillos de la acera a ver la “salida” y a esperar algunos a los padres, para despues ir a la feria; los guardias municipales, a pie y a caballo estaban preparados, para empezar la avalancha, aquello daba la impresion de que iba a pasar una procesion, todo estaba a punto para canalizar el gran rio humano los primeros en salir son esos espectadores que nunca ven la última “estoca”, que tienen mucha prisa, y que dan la impresion de que han entrado de “ganote”, luego los músicos de la banda municipal, senal de que el último “mataor” no va a necesitar música por su “endeble” faena, y enseguida todas las puertas incluyendo la grande comienzan a “vomitar” público, pero si por la puerta grande aparece un torero en hombros es cuando aquello sube de tono.
La gente del sol sobre todo, sale sedienta buscando los puestos de agua, estos puestecitos estaban atendidos por unas senoras ya mayores con sus monos bien recogidos y blancos delantales, que no paraban de gritar ¡CON LA NIEVE EL AGUA!, otros con un botijo en el suelo decian ¡¡A PERRILLA LA JARTA!!
Las jarritas ramblenas estaban tapadas con unas graciosas tapaderas de madera para evitar que el polvo entrase en el “precioso liquido, entre el público se mezclaba un picador que secandose el sudor, regresaba para su casa, asi como las “mulillas” ya sin adornos, tambien habia unos arropieros ya viejecitos, con puesto que tenia la forma de un barco, con muchas chucherias, siendo su especialidad las arropias de miel, aquello se va descongestionando, las aguadoras, hacen el relleno porque dentro de un rato, en la plaza de toros, aún con el eco de la corrida, daran cine sonoro, el último en salir del coso taurino es el carro de la carne, era un carro todo cubierto de chapa y pintado de verde, donde iban los toros ya descuartizados, para el dia siguiente venderlos en el mercado.
En los teatros de la avenida y paseo del Gran Capitan, habia dos, el Duque de Rivas -demolido- y el Gran Teatro –que no sabemos que pasara- se podia leer en sus carteleras el anuncio de las companias de comedias de Casimiro Ortas, o la de nuestro paisano Luis B. Arroyo, se va acercando la noche.
La gente camina por el Gran Capitan, para entrar a la Feria por la Puerta de Gallegos: “Entra Oficial”, alli huele a jeringos; las guapas garbanceras, ofrecen su mercancia, “¡Garbanzos tostaos!” a ¡ perrilla la “media”!, o el tio del turron ofreciendo un trocito de prueba, y para terminar quiero recordar al genial Pepe Marchena -que ya no esta entre nosotros- las veces que ha cantado en la Feria de Cordoba en aquel “romance a Cordoba” del Pastor Poeta, donde estos versos eran todo un simbolo.
- Estabamos Paco Gil,
- Pedro de Puente Genil
- Y el Nino Sabio de Lorca
- en la puerta del “Mercantil”,
- tomando una de “Pastora”...
- Comentando la corria
- en la que Antonio Canero,
- sacando su jaca heria
- Puso el rejon mas certero
- que habia puesto en su via.
Y de plaza, queridos paisanos, solo quedan DOS PALMERAS, que muchos cordobeses sabemos que alli “caia” la puerta grande de la plaza de toros de Los Tejares de Cordoba.
Referencias
- ↑ . Jose Rafael Solis Tapia en Cordoba en Mayo ano 1981.
Principales editores del articulo
- Ildelop (Conversacion | contribuciones) [1]
